El Senado de la República aprobó, en lo general y lo particular, la reforma que transfiere el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Sedena. La votación concluyó la mañana del miércoles con 86 votos a favor y 42 en contra.
El debate inició la noche del 24 de septiembre y se centró en modificar 12 artículos constitucionales para consolidar a la Guardia Nacional como una fuerza independiente de la corrupción. La reforma busca fortalecer la lucha contra el crimen organizado y la inseguridad en el país.
La oposición expresó preocupación por una posible militarización, mientras que Morena y aliados justificaron la medida como un paso necesario para enfrentar los desafíos de seguridad. El dictamen será enviado a los congresos locales para su revisión.