En Nuevo León, especialistas advierten sobre el riesgo que representa el mal manejo de las pensiones entre los adultos mayores. Aunque la jubilación suele verse como una etapa de estabilidad económica, muchas personas podrían estar expuestas a problemas financieros por falta de educación financiera y decisiones impulsivas.
Nuevo León, líder nacional en monto promedio de pensión
El estado encabeza la lista nacional en cuanto a pensión promedio del IMSS, con una cifra de 13,334 pesos mensuales, lo que representa un 34.6% más que el promedio nacional. En 2024, los más de 420 mil pensionados en Nuevo León recibieron en conjunto más de 67 mil millones de pesos, una cantidad significativa que debe ser administrada con responsabilidad.
Gastos innecesarios
Expertos en materia civil y familiar señalan que muchas personas jubiladas están por recibir sumas de dinero que nunca antes habían manejado, lo que podría llevarlas a gastar en viajes o bienes que no lograron adquirir antes, dejando de lado gastos esenciales como tratamientos médicos o servicios funerarios.
Además, hay preocupación por la presión que podrían ejercer algunos familiares, especialmente hijos, quienes podrían depender económicamente de la pensión de sus padres, sin considerar su sostenibilidad a largo plazo.
Falta de cultura financiera en el retiro
Uno de los principales retos es la escasa educación financiera tanto en los adultos mayores como en sus familias. Esto puede derivar en decisiones poco estratégicas que afecten la estabilidad económica de quienes están en etapa de retiro.
Se recomienda que los jubilados busquen orientación financiera o capacitación básica que les permita hacer un uso más consciente de sus recursos. También se propone fomentar el emprendimiento ligero entre personas mayores, aprovechando su experiencia laboral sin comprometer su descanso.
Nuevas oportunidades en la economía
El crecimiento de la llamada economía plateada plantea retos y oportunidades. Esta tendencia, que hace referencia al aumento de adultos mayores con capacidad de consumo, también llama a rediseñar políticas públicas que incentiven la autonomía económica, el autocuidado y el envejecimiento con dignidad.
Por ello, autoridades, instituciones y familias deben trabajar en conjunto para generar entornos seguros y sostenibles para las personas mayores, promoviendo un retiro activo, informado y protegido frente a malas decisiones financieras.